lunes, 21 de mayo de 2012
viernes, 18 de mayo de 2012
La Causa
El teniente
Cornwallis miró por el catalejo. Los milicianos habían salido despavoridos ante
su infantería de casacas rojas., tras un cruce de dos disparos en cada bando. A
Corwallis no le gustaban las milicias. Para él eran tropas formadas por campesinos, sin ninguna
formación militar, que no servían más que para entorpecer a sus compatriotas y
quitarle el éxito a la victoria. Estaba orgulloso, pero a la vez molesto, pues
había sucedido algo que él no había ni previsto ni mandado. El Coronel
Tavington, quién dirigía el cuerpo de los dragones verdes, cuerpo de caballería
rápida del ejército inglés, cargó de improvisto y sin previo aviso sobre la
milicia americana con furia y rabia, dispuestos a masacrar hasta el último
miliciano durante su retirada.
-Enhorabuena, Milord.- Le dijo su suboficial.
-La infantería de
reserva al centro.- Contestó serio y pensativo Cornwallis. Su intención era
mandar el resto de los casacas rojas tras los estadounidenses, para destruirlos
de un vez por todas. Esta era una de las batallas que iban a decidir el curso
de la Revolución Americana, y no estaba dispuesto a perder la batalla.
-Pero Milord, si
ya ha conquistado el terreno.
- Y ahora
conquistaremos su ánimo. Mande a todo el batallón tras esa colina y
aplástenles.- Contestó el Teniente aún más enfadado.- Hoy se acabará.
Los casacas rojas
estaba pisándole los talones a la milicia de Benjamin Martin, nuestro
protagonista. Un miliciano de origen burgués-bajo que era un patriota, pero
tenía un buen sentido común, junto con una capacidad estratégica inmensa. Había
reunido en los últimos dos años a unos 80 hombres que se dedicaban a atacar a
los casacas rojas con la técnica de guerra de guerrillas: atacando y escondiéndose.
Sus victorias eran conocidas en todo el Ejército Continental (Estadounidense),
pero no todo habían sido victorias; el Coronel Tavington, líder de la
caballería inglesa había matado a dos de sus siete hijos, y no estaba dispuesto
a dejarle vivir.
Los estadounidenses subieron la colina, donde se encontraba una vieja iglesia ya en ruinas, la bordearon y bajaron la colina por el otro lado lo más rápido que pudieron. Los ingleses, oliéndose ya la victoria, los perseguían a una distancia de 100 metros, pero cuando comenzaron a bajar la colina, entendieron que habían caído en una trampa. Benjamin y sus hombres llegaron hasta una línea formada por 3 batallones de 300 soldados estadounidenses, y se tiraron al suelo, permitiendo a los soldados disparar únicamente a soldados británicos. Detrás de estos había otros tantos soldados y por detrás se podían ver varios cañones, tanto de largo como de corto alcance.
-¡APUNTEN!- Gritó el Coronel Harry Burwell, amigo de Benjamin y jefe de todas las tropas americanas
presentes. Cuando vio que todos los milicianos estaban en el suelo, a buen
resguardo de las balas de sus compatriotas gritó.-¡FUEGO!
Un sonido como un trueno se produjo al instante, todos los soldados de la vanguardia dispararon con el mosquete, a la vez que comenzaron a hacer lo mismo los cañones. Las tropas inglesas, que no se esperaban ese ataque comenzaron a caer como kosakos, heridos, muertos, mutilados….. Aceleraron el paso para acercarse a las líneas rebeldes.Pero mientras los regulares cargaban, los milicianos levantaron los fusiles e dispararon una hondonada, y sin recargar, le gritó Benjamin a sus hombres:-¡CARGUEN!
domingo, 13 de mayo de 2012
Prejuicios sociales
Hace unos días, estando viendo la tele en mi casa, cosa que no hago muy a menudo, me llamó la atención un anuncio. Bueno, realmente fue una frase que se decía en él. En el anuncio aparecía una mujer, de una edad avanzada, la cual promocionaba un yogur que tenía una concentración mayor de calcio de manera que refuerza los huesos. Hasta aquí no hay ningún problema. A continuación dice la señora que si no tomase ese producto y quisiese obtener suficiente calcio, tendría que comer una barbaridad de alimentos, y a continuación aparece una mesa llena de alimentos de todo tipo. ¡Aquí está el problema! Se asocia el comer mucho a un mal hábito, y esto no es solo en los medios de comunicación, sino que la sociedad en la que vivimos fomenta ese cliché.
Las personas que vivimos en estas sociedad hacemos lo que nos dicen, de la misma manera que nos gusta lo que nos dicen que nos tiene que gustar. De este modo una persona, que vivía tan tranquila, ahora se encuentra rodeada de las mismas personas de siempre, pero que resulta que para que sean más felices debe llevar cierta talla de ropa, debe vestir esa marca, la colonia de esta otra,.... Este personaje, sin quererlo ni beberlo ha tenido que cambiar su vida, pero....¿es más feliz que antes?
Puede que durante unos instantes (horas o día) te sientas mejor, pienses que todo va viento en popa, que no tendrás más problemas. Pero en realidad nada ha cambiado, solo has cambiado tu. Has pasado de ser una persona libre y feliz a ser una persona esclava de una sociedad que te hace ser de una forma determinada. Una persona debe fijarse en los demás no por el exterior, sino por el interior. Pero lamentablemente esa idea no está muy fomentada en la sociedad. Esto explica por qué ha aumentado la cantidad de divorcios en los últimos años, porque en las ultimas dos décadas, se ha creado un estereotipo de ciudadano que le da más importancia al exterior que al interior.
Lo que yo defiendo es un tipo de vida en la que no haya prejuicios sociales, en la que a la gente se le trate mejor o peor en función de sus actos y pensamientos, y de no su físico, pues es una cosa que la gente no elige al nacer. Además este modelo de vida desemboca en el consumismo, este a su vez, desemboca en la globalización. Hay que buscar la felicidad en otras cosas, en pequeñas menudencias del día a día: en que te guste lo que haces, en estar con las personas que te quieren (tal y como eres, y no por lo que aparentas ser), en sentirte orgulloso y satisfecho de tu trabajo diario...
Pero bueno tampoco me hagáis caso del todo, puesto que cada uno debe buscar la felicidad por su cuenta y a su manera, oye y para gustos los colores. El fin último de nuestra vida es ser felices, nadie busca para sí mismo lo malo; debemos buscarla, pero con un poco de cabeza. Y por último, en el anuncio del principio, todas las mujeres que salen están o comprando o con los niños o sacando al perro, una visión un poco machista ¿no? Ahí lo dejo.
Puede que durante unos instantes (horas o día) te sientas mejor, pienses que todo va viento en popa, que no tendrás más problemas. Pero en realidad nada ha cambiado, solo has cambiado tu. Has pasado de ser una persona libre y feliz a ser una persona esclava de una sociedad que te hace ser de una forma determinada. Una persona debe fijarse en los demás no por el exterior, sino por el interior. Pero lamentablemente esa idea no está muy fomentada en la sociedad. Esto explica por qué ha aumentado la cantidad de divorcios en los últimos años, porque en las ultimas dos décadas, se ha creado un estereotipo de ciudadano que le da más importancia al exterior que al interior.
Lo que yo defiendo es un tipo de vida en la que no haya prejuicios sociales, en la que a la gente se le trate mejor o peor en función de sus actos y pensamientos, y de no su físico, pues es una cosa que la gente no elige al nacer. Además este modelo de vida desemboca en el consumismo, este a su vez, desemboca en la globalización. Hay que buscar la felicidad en otras cosas, en pequeñas menudencias del día a día: en que te guste lo que haces, en estar con las personas que te quieren (tal y como eres, y no por lo que aparentas ser), en sentirte orgulloso y satisfecho de tu trabajo diario...
Pero bueno tampoco me hagáis caso del todo, puesto que cada uno debe buscar la felicidad por su cuenta y a su manera, oye y para gustos los colores. El fin último de nuestra vida es ser felices, nadie busca para sí mismo lo malo; debemos buscarla, pero con un poco de cabeza. Y por último, en el anuncio del principio, todas las mujeres que salen están o comprando o con los niños o sacando al perro, una visión un poco machista ¿no? Ahí lo dejo.
martes, 8 de mayo de 2012
LURTE
El próximo 17 de Agosto, en plenas Fiestas de Calamocha, el grupo de música LURTE vendrá a nuestra localidad a ofrecernos un pasacarreras.
Lurte es un grupo de música folk bastardo que tocan únicamente con instrumentos tradicionales de Aragón como son la dulzaina, la gaita de boto, el chicotén o el bombo bajoaragonés. Este grupo zaragozano hace canciones principalmente musicales y con mucho ritmo, aunque alguna de ellas si que tenga letra, mayormente escritas en aragonés.
En estas narran las batallas llevadas a cabo por las compañías almogávares que eran enviadas por el rey de Aragón a las guerras de Sicilia y Costantinopla. De ahí que su principal característica es que vayan vestidos como los almogávares, con pieles, armaduras débiles y unos cuchillos muy grandes llamados cortel.
Bueno aquí os dejo su página web y unos vídeos y no os cuento mucho más, os invito a venir al pasacalles que harán el día 17 de Agosto en Calamocha, espero que os guste.
http://www.lurte.org/es/index.php
Lurte es un grupo de música folk bastardo que tocan únicamente con instrumentos tradicionales de Aragón como son la dulzaina, la gaita de boto, el chicotén o el bombo bajoaragonés. Este grupo zaragozano hace canciones principalmente musicales y con mucho ritmo, aunque alguna de ellas si que tenga letra, mayormente escritas en aragonés.
En estas narran las batallas llevadas a cabo por las compañías almogávares que eran enviadas por el rey de Aragón a las guerras de Sicilia y Costantinopla. De ahí que su principal característica es que vayan vestidos como los almogávares, con pieles, armaduras débiles y unos cuchillos muy grandes llamados cortel.
Bueno aquí os dejo su página web y unos vídeos y no os cuento mucho más, os invito a venir al pasacalles que harán el día 17 de Agosto en Calamocha, espero que os guste.
http://www.lurte.org/es/index.php
domingo, 6 de mayo de 2012
Valores
Por que nunca se nos olvide el porque de nuestros actos; porque lo importante no es saber usar lo espada, sino tener algo por lo que usarla. Amistad, amor, libertad, igualdad, justicia..... Todos tenemos alguna, lo difícil es encontrarla, y después, que este no se nos olvide. Pero durante el camino aprendemos a vivir, decidimos que tiene importancia para nosotros y el que no. Decidimos a que estamos dispuestos a hacer con el resto del camino y con que fin. Aprendemos a vivir.
Tal vez pienses que no sirve para nada dedicar tu vida a una causa, me dirás que la vida es algo fugaz, un destello, durante el cual da poco tiempo ha hacer grandes cosas. Pero te diré que si tu decides entregarte a una causa, y defenderla con valor y honor, tu no harás gran cosa, pero cambiarás el comportamiento de la gente que vive a tu alrededor, y tal vez con varias vidas juntas, si que se pueda conseguir algo. Nunca olvides que dar ejemplo no es una de las maneras de cambiar el comportamiento de los demás, es la única.
Tal vez pienses que no sirve para nada dedicar tu vida a una causa, me dirás que la vida es algo fugaz, un destello, durante el cual da poco tiempo ha hacer grandes cosas. Pero te diré que si tu decides entregarte a una causa, y defenderla con valor y honor, tu no harás gran cosa, pero cambiarás el comportamiento de la gente que vive a tu alrededor, y tal vez con varias vidas juntas, si que se pueda conseguir algo. Nunca olvides que dar ejemplo no es una de las maneras de cambiar el comportamiento de los demás, es la única.
sábado, 5 de mayo de 2012
Alzaos una y otra vez hasta que los corderos sean leones
-Un rey no negocia la lealtad que todo súbdito le debe. Sin la lealtad, no hay reino, ¡no hay nada! .-dijo el rey.
Se hizo el silencio, le estaban recriminando al rey de Inglaterra su injusticia y crueldad, pero lo único que iban a conseguir era ser la próxima cena de los perros.
De entre la gente apareció un hombre, bajo y fuerte, que decía venir en nombre de un noble, aunque no vestía como tal. Se puso enfrente del rey Juan y le dijo:
-Vengo en nombre de Sir Walter Loxley.
-Hablad, si debéis hacerlo.- Le contestó el rey.
-Si pretendéis construir el futuro, debéis asentar fuertemente los cimientos. Las leyes de estas tierras someten al pueblo a su rey. Un rey que exige lealtad, pero que no ofrece nada a cambio. Yo he recorrido de Francia, a Palestina y vuelta. Y yo se que la tiranía solo alberga el fracaso.
Algunos valientes comenzaron a vitorearle, apoyarle y secundarlo por lo bajo, pues el rey estaba atento a ellos, pero a su vez perplejo por las palabras de aquel hombre.
-Un país se construye como un catedral, desde la base hacia arriba. Dad poder a todo hombre, y vos ganareis fuerza.
-Vaya quien se opondría a palabras tan razonables.- dijo el rey con tono de mofa, intentando quitarle dramatismo a la situación.
El pueblo había pasado de unos poco murmullos a grandes gritos de sinceridad, estaban de acuerdo con el sirviente de ese tal Loxley. Eran más de 500, el rey no podía ajusticiar a tantos, si intentaban poner al rey en su sitio todos a la vez, quizá lo lograrán sin salir muy escaldados. La unión haría la fuerza.
-Si su majestad quisiese ofrecer justicia; justicia en forma de una carta de libertades, que permita a cada hombre proveer a los suyos, estar a salvo de ser condenado sin una causa o encarcelado sin cargos. ¡Trabajar, comer y vivir del sudor de su propia frente! y ser tan feliz como pueda; ese rey sería grande, y no solo recibiría la lealtad de su pueblo, sino también su amor.
-¿Y qué es lo que queréis?¿Un castillo para cada hombre?.- contesto el rey para defenderse de las ardientes palabras de Robin.
-¿Y por qué no?- respondió una de las personas presentes en la plaza de aquel inhóspito pueblo donde el rey había reunido a su ejército.
- Para todo inglés su hogar es su castillo.- dijo Robin Longstride a la vez que todos los presentes profirieron un grito de júbilo y apoyo- Lo que pedimos, majestad, es libertad. Libertad por Ley, que es lo que todo hombre se merece.
Unos meses después de esto, el rey Juan I de Inglaterra, también conocido como Juan Sin Tierra, hermano de Ricardo Corazón de León, firmo la Magna Carta Liberatum o Carta Magna, en la la que el y todos los nobles ingleses se comprometían a crear leyes que buscasen el beneficio del pueblo, y no el beneficio propio.
Alzaos una y otra vez hasta que los corderos se vuelvan leones.
Se hizo el silencio, le estaban recriminando al rey de Inglaterra su injusticia y crueldad, pero lo único que iban a conseguir era ser la próxima cena de los perros.
De entre la gente apareció un hombre, bajo y fuerte, que decía venir en nombre de un noble, aunque no vestía como tal. Se puso enfrente del rey Juan y le dijo:
-Vengo en nombre de Sir Walter Loxley.
-Hablad, si debéis hacerlo.- Le contestó el rey.
-Si pretendéis construir el futuro, debéis asentar fuertemente los cimientos. Las leyes de estas tierras someten al pueblo a su rey. Un rey que exige lealtad, pero que no ofrece nada a cambio. Yo he recorrido de Francia, a Palestina y vuelta. Y yo se que la tiranía solo alberga el fracaso.
Algunos valientes comenzaron a vitorearle, apoyarle y secundarlo por lo bajo, pues el rey estaba atento a ellos, pero a su vez perplejo por las palabras de aquel hombre.
-Un país se construye como un catedral, desde la base hacia arriba. Dad poder a todo hombre, y vos ganareis fuerza.
-Vaya quien se opondría a palabras tan razonables.- dijo el rey con tono de mofa, intentando quitarle dramatismo a la situación.
El pueblo había pasado de unos poco murmullos a grandes gritos de sinceridad, estaban de acuerdo con el sirviente de ese tal Loxley. Eran más de 500, el rey no podía ajusticiar a tantos, si intentaban poner al rey en su sitio todos a la vez, quizá lo lograrán sin salir muy escaldados. La unión haría la fuerza.
-Si su majestad quisiese ofrecer justicia; justicia en forma de una carta de libertades, que permita a cada hombre proveer a los suyos, estar a salvo de ser condenado sin una causa o encarcelado sin cargos. ¡Trabajar, comer y vivir del sudor de su propia frente! y ser tan feliz como pueda; ese rey sería grande, y no solo recibiría la lealtad de su pueblo, sino también su amor.
-¿Y qué es lo que queréis?¿Un castillo para cada hombre?.- contesto el rey para defenderse de las ardientes palabras de Robin.
-¿Y por qué no?- respondió una de las personas presentes en la plaza de aquel inhóspito pueblo donde el rey había reunido a su ejército.
- Para todo inglés su hogar es su castillo.- dijo Robin Longstride a la vez que todos los presentes profirieron un grito de júbilo y apoyo- Lo que pedimos, majestad, es libertad. Libertad por Ley, que es lo que todo hombre se merece.
Unos meses después de esto, el rey Juan I de Inglaterra, también conocido como Juan Sin Tierra, hermano de Ricardo Corazón de León, firmo la Magna Carta Liberatum o Carta Magna, en la la que el y todos los nobles ingleses se comprometían a crear leyes que buscasen el beneficio del pueblo, y no el beneficio propio.
Alzaos una y otra vez hasta que los corderos se vuelvan leones.
Comenzamos a redactar
Buenos días, hoy a 4 de Mayo del año 2012, he decidido crear este blog.
Su función no va a ser de gran importancia; no va a ser un diario, tampoco va a ser un blog en el que me centre en un solo tema en concreto y lo explote. Lo he creado con el único objetivo de poner en el los pensamientos que me asaltan día a día, y si alguien ha perdido el norte por un tiempo o tiene un mal día, puedan ayudarle de la misma manera que me ayudan a mi. Así pues va a ser un blog de carácter filosófico, científico, histórico y psicológico, entre muchos otros.
Mi intención no es ofender a nadie, y si lo hago no es de manera intencionada y no tendré problema en borrar uno de esos "pensamientos" si es necesario.
Muchas gracias por tu visita.
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