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domingo, 12 de enero de 2014

Uno más en la familia

Nos acompañan. Nos protegen. Nos cuidan. Se quedan con nosotros cuando la fría soledad de la noche nos abraza, nos despiertan con dulces lametones, duermen en nuestras aldas como bebés que no quieren separarse de su madre.
Un animal de compañía no es solo un animal que depende de ti, tú dependes de él, aunque puede que no lo sepas. Cuando acoges a una mascota, ella pasa a ser intrínsecamente una parte de ti, pasa a ser un rasgo que te define tanto como tu humor. Cuidarlas es lo mínimo que podemos hacer por ellas, pues ellas sin tener intelecto hacen lo mismo por nosotros. No son juguetes, ni objetos, son organismos vivos que requieren de tu presencia para vivir. No los abandones.


Los animales fueron
imperfectos,
largos de cola, tristes
de cabeza.
Poco a poco se fueron
componiendo,
haciéndose paisaje,
adquiriendo lunares, gracia, vuelo.
El gato,
sólo el gato
apareció completo
y orgulloso:
nació completamente terminado,
camina solo y sabe lo que quiere.

El hombre quiere ser pescado y pájaro,
la serpiente quisiera tener alas,
el perro es un león desorientado,
el ingeniero quiere ser poeta,
la mosca estudia para golondrina,
el poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato
quiere ser sólo gato
y todo gato es gato
desde bigote a cola,
desde presentimiento a rata viva,
desde la noche hasta sus ojos de oro.

No hay unidad
como él,
no tienen
la luna ni la flor
tal contextura:
es una sola cosa
como el sol o el topacio,
y la elástica línea en su contorno
firme y sutil es como
la línea de la proa de una nave.
Sus ojos amarillos
dejaron una sola
ranura
para echar las monedas de la noche.

Oh pequeño
emperador sin orbe,
conquistador sin patria,
mínimo tigre de salón, nupcial
sultán del cielo
de las tejas eróticas,
el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato.

Oh fiera independiente
de la casa, arrogante
vestigio de la noche,
perezoso, gimnástico
y ajeno,
profundísimo gato,
policía secreta
de las habitaciones,
insignia
de un
desaparecido terciopelo,
seguramente no hay
enigma
en tu manera,
tal vez no eres misterio,
todo el mundo te sabe y perteneces
al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,
todos se creen dueños,
propietarios, tíos
de gatos, compañeros,
colegas,
discípulos o amigos
de su gato.

Yo no.
Yo no suscribo.
Yo no conozco al gato.
Todo lo sé, la vida y su archipiélago,
el mar y la ciudad incalculable,
la botánica,
el gineceo con sus extravíos,
el por y el menos de la matemática,
los embudos volcánicos del mundo,
la cáscara irreal del cocodrilo,
la bondad ignorada del bombero,
el atavismo azul del sacerdote,
pero no puedo descifrar un gato.
Mi razón resbaló en su indiferencia,
sus ojos tienen números de oro.
Oda a un gato; Pablo Neruda

domingo, 5 de enero de 2014

Invictus

Esta entrada la dedicó en honor a Nelson Mandela, el primer presidente negro de la República de Sudáfrica, quien consiguió unificar a su nación con un juego, el rugby.


Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.

In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.

Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.

It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.


A continuación pondré el poema traducido al castellano:

Más allá de la noche que me cubre,
negra como el abismo insondable,
agradezco a los dioses, si es que existen,
por mi alma inconquistable.

Caído en las garras de la circunstancia
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.

Más allá de este lugar de ira y llantos,
frecuenta el horror de la sombra,
aun así la amenaza de los años
me encuentra y me encontrará sin miedo.

No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el maestro de mi destino:
soy el capitán de mi alma.

martes, 4 de junio de 2013

No es oro todo lo que reluce


No es oro todo lo que reluce,
ni toda la gente errante anda perdida;
a las raíces profundas no llega la escarcha,
el viejo vigoroso no se marchita.

De las cenizas subirá un fuego,
y una luz asomará en las sombras;
el descoronado será de nuevo rey,
forjarán otra vez la espada rota.

J.R.R.Tolkien

viernes, 15 de febrero de 2013

´Tu sonrisa

Aquí escribo el borrador de mi primer poema, y debido a que estamos en fechas cercanas a San Valentín, he decidido escoger la temática del amor. Al ser mi primera composición, no se puede esperar mucho de mí como poeta, pero espero que les agrade.

Clavel del crepúsculo
rosal del esplendor
irradias haces de luz
en un oscuro corredor.

Reina de mil reinos
jinete de la juventud
jazmines blancos florecen
ante tu talante y virtud.

En un río de recuerdos
llega tu suave sonrisa
cual estacional brisa
mece los bosques al sol.

Más esta condición 
no regula todo menester,
bien sea por distancia o por deber
debemos continuar sin más dilación. 



miércoles, 6 de febrero de 2013

Oh Capitán, mi capitán

Hoy en clase hemos visto la famosa película El Club de los Poetas Muertos. La película trata de unos alumnos de un colegio, durante su último año antes de ir a la Universidad, tienen un profesor de literatura que se sale un poco de lo normal. En vez de pedirles estudiar, les enseña a los autores clásicos para que les sirvan de ejemplo y de inspiración, les anima a que escriban poemas y a que los lean en público. Les enseña a que amen la poesía y les anima a que la sientan. Ellos, entusiasmados, crean un club secreto en el que se reúnen para leer poesía y para comentar reflexiones, bajo el lema Carpe Diem.



Con el uso de estas palabras, los estudiantes descubren las oportunidades que les brinda la vida si se atreven a hacerle frente; al amor por lo nuevo, por el arte, por la aventura; el saber aprovechar tus capacidades para hacer lo que realmente quieres.Para mí, el mensaje de esta película es realmente positivo y puede que a más de uno les sirva de inspiración para lanzarse a comerse el mundo y hacer de la vida algo alegre y hermoso.



Este poema de Walt Whitman, es nombrado por el profesor varias veces a lo largo de la película.


Oh capitán, mi capitán
Oh Capitán, mi Capitán:
nuestro azaroso viaje ha terminado.
Al fin venció la nave y el premio fue ganado.
Ya el puerto se halla próximo,
ya se oye la campana
y ver se puede el pueblo entre vítores, con la mirada sigue la nao soberana.
Mas ¿no ves, corazón, oh corazón,
como los hilos rojos van rodando
sobre el puente en el cual mi Capitán
permanece extendido, helado y muerto?
Oh Capitán, mi Capitán:
levántate aguerrido y escucha cual te llaman
tropeles de campanas.
Por ti se izan banderas y los clarines claman.
Son para ti los ramos, las coronas, las cintas.
Por ti la multitud se arremolina,
por ti llora, por ti su alma llamea
y la mirada ansiosa, con verte, se recrea.
Oh Capitán, ¡mi Padre amado!
Voy mi brazo a poner sobre tu cuello.
Es sólo una ilusión que en este puente
te encuentres extendido, helado y muerto.
Mi padre no responde.
Sus labios no se mueven.
Está pálido, pálido. Casi sin pulso, inerte.
No puede ya animarle mi ansioso brazo fuerte.
Anclada está la nave: su ruta ha concluido.
Feliz entra en el puerto de vuelta de su viaje.
La nave ya ha vencido la furia del oleaje.
Oh playas, alegraos; sonad, claras campanas
en tanto que camino con paso triste, incierto, 
por el puente do está mi Capitán
para siempre extendido, helado y muerto.