Podríamos definir un acto altruista como aquel que desarrolla un ser vivo, que beneficia a los demás, pero con el que a la vez sufre. Es decir, uno se sacrifica por el bien de los demás. Este comportamiento, podemos encontrarlo en personas que dedican su tiempo a alguien, sin pedir ni recibir nada más que la satisfacción de hacer las cosas bien. Madres y padres, amigos, compañeros,... son ejemplos a seguir en nuestra sociedad, pues son estos actos los que hacen este mundo un sitio mejor y más justo. Ellos son los que cambian el mundo.
Pero este comportamiento, el cuál podríamos atribuir únicamente a la especie humana debido a la carga emocional que soporta, también lo vemos en la naturaleza, y un buen ejemplo son las termitas o las hormigas. Cuando la pared de un hormiguero o un termitero se derrumba, ciertos individuos de la comunidad salen corriendo al exterior para "combatir" a los depredadores, mientras las obreras reparan a toda máquina la pared. Al tapiar la pared, los individuos soldado, quedan aislados y mueren fuere depredados.
Ayuden a los demás; cambiemos el mundo.
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