Los valores de el honor, la responsabilidad y la humildad se han perdido. Si un líder toma una mala decisión, debe tener redaños para asumir las consecuencias; de nada sirve sacar trapos sucios de los demás ni acusar a otro de mi error.
Da igual quien mande mañana o pasado, la crisis de valores éticos y morales está en su auge y nadie hace nada para evitarlo. Pero los grandes cambios no solo nacen en la política. Todos tenemos la capacidad de cambiar las cosas y de hacer cosas grandes. Podemos dejar de pensar en nosotros mismos y pensar en las personas ( que siempre las hay) que están en una situación peor que la nuestra. Pero la pregunta es,¿queremos hacerlo?
Si quieres darle la vuelta a la tortilla, piensa que son tus manos las que pueden cambiar el mundo, y que el voto, a pesar de ser una herramienta útil (aunque parece una hoja de doble filo últimamente), no es la única manera de cambiar las cosas. La mejor manera de cambiar a las personas que viven a tu alrededor es dando ejemplo, con un trabajo duro y constante. Las grandes hazañas no se logran sentado en un sillón, ni tumbado en la cama. Sal de casa y cambia el mundo, pues aunque parezca que está todo negro, el amanecer siempre ha sido la esperanza para el hombre.
Chabier de Jaime Soguero
Estudiante de Biología en la UV
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